En el aula trabajamos las habilidades emocionales de formas diversas: reconocer la emoción que el niño está sintiendo en ese momento, que sepa entenderla, ponerle nombre, expresarla y gestionarla adecuadamente, así como tomar decisiones, resolver conflictos y a vivir de forma más colaborativa. El objetivo es que poco a poco los alumnos sean más capaces de resolver conflictos, tener empatía con los demás, relacionarse con sus iguales de forma adecuada y tomar mejores decisiones ante un conflicto.
En clase tenemos un medidor emocional, propuesto por el método Ruler que aplicamos en el cole, y al llegar allí cada mañana ponen en el medidor emocional cómo se encuentran en ese momento, y según va variando su emoción a lo largo del día van cambiando su distintivo individual a la emoción que sienten. Con esta herramienta los alumnos adquieren una mayor conciencia y comprensión emocional para expresar mejor sus sentimientos.