Nuestra aventura comenzó en el colegio con la llegada de una nueva carta de la NASA. En ella nos mandaba a una última misión en los Cerros de Alcalá.
Todos estábamos muy emocionados con la idea de vivir esta aventura y con esa ilusión nos subimos al autocar y nos desplazamos hasta el lugar indicado.
El día estaba soleado y todo apuntaba a que viviríamos una gran experiencia.
Al bajar del autocar y después de escuchar las primeras indicaciones de los profesores, cogimos fuerzas con un buen almuerzo.
Empezamos a andar. Nos esperaban un montón de risas y momentos de descubrimiento a lo largo del camino. Mariposas, conejos, cigüeñas, … incluso algún gusano diferente a lo que estamos acostumbrados salían a saludarnos, mientras disfrutábamos de un paisaje precioso.
Parte de nuestra ruta transcurrió a orillas del río Henares, en el que nos hubiera gustado darnos un buen chapuzón de lo acalorados que estábamos, ya que el sol nos acompañó durante todo el camino.
También aprovechamos para observar algunos minerales y rocas que nos fuimos encontrando en el sendero como cuarzo, arcilla, cantos rodados …
A las 12:00 h. hicimos una de las paradas más deseadas y emocionantes. Visitamos una cueva erosionada por la acción del agua hace miles de años y vimos los estratos que se han ido formando en las paredes.
Mas tarde vimos las ruinas de un castillo árabe.
Ya con hambre después de andar y de convertirnos en verdaderos geólogos, nos paramos a comer.
La hora de regresar al colegio se iba acercando y teníamos que volver a los autocares. Recorrimos el camino entre risas y un poco cansados de todo el día de campo.
Fue un final estupendo para nuestro Proyecto “Misión la Tierra”.